Hablar de electromovilidad no es hacer referencia a un concepto nuevo, durante los últimos años las miradas han estado sobre esta propuesta de movilización verde y sustentable. Ahora, lo que no todos saben es cómo llegamos a esto.

 

Cuando se habla de electromovilidad se tiende a pensar en el futuro o presente, porque hoy es común encontrarse con autos, bicicletas, buses y patines eléctricos, entre otros. Sin embargo, este modelo de movilización está lejos de ser una novedad, ya que existe hace más de 120 años. Pero hoy su implementación se hace más que necesaria, por eso en ALD Automotive contamos con vehículos eléctricos e híbridos dentro de la oferta.

 

Ahora bien, ¿por qué si la electromovilidad existe hace décadas, hace poco más de diez años se empezó a implementar y hoy se posiciona como una de las mejores alternativas para una movilidad verde? Podríamos encontrar la respuesta en el compromiso social y medioambiental que ha adquirido la industria automotriz durante los últimos años, impulsando así el desarrollo de una movilidad sustentable. Pero por otro lado, hoy es mucho más económico y por lo tanto, factible, llevar a cabo estos proyectos.  

 

La necesidad de disminuir las emisiones de CO2 y así desacelerar el cambio climático y sus efectos adversos, ha hecho que los fabricantes de automóviles busquen en el pasado las soluciones para los problemas del presente. Porque sí, fue a principios del siglo XIX donde aparecieron los primeros autos a motor eléctrico.

 

En ese entonces había que reemplazar los caballos utilizados para el movimiento de los automóviles. En una primera etapa se utilizaron máquinas de vapor, para luego avanzar hacia los motores eléctricos y de combustión interna. Con el tiempo, las máquinas de vapor quedaron descartadas como una opción para la movilidad, pues eran poco eficaces.

 

Sin embargo, las baterías de litio utilizadas para la electromovilidad competían contra el petróleo: la principal fuente de energía industrial, hasta 1973 que esté elemento sufrió una gran crisis. Momento en que los fabricantes de Volkswagen, Honda, GM y Toyota decidieron abrirse a otras posibilidades, como el sistema híbrido (combustible-eléctricos) o directamente con un modelo 100% eléctrico.

 

Pero para hacer de la electromovilidad una realidad, se necesita una batería, un motor eléctrico y un interruptor, entre otras cosas. La demanda de baterías de litio aumentó, al igual que su precio y al depender de un recurso natural como el litio, que requiere un proceso de producción complejo, el valor solo podía ir en alza. Por otro lado, implementar gasolineras resultaba mucho más económico que construir centrales eléctricas para la carga de automóviles.

 

Durante muchos años el costo de producción de automóviles 100% eléctricos fue mucho mayor que los autos a combustión, por lo que la opción de abaratar los precios en los procesos de producción lideró la carrera durante bastante tiempo. Esto, hasta que la información sobre los efectos de los gases invernaderos provocados por el CO2 en la atmósfera comenzó a ser cada vez más desalentadora en cuanto al futuro del planeta; sumado a la experiencia de los efectos del calentamiento global en nuestro cotidiano.

 

La responsabilidad medioambiental se instaló como un compromiso ético por parte de las empresas y la industria automotriz no quedó fuera. La electromovilidad vuelve al centro del rubro, pero ahora con mucha más fuerza. En esa línea, ALD Automotive como líder en el mercado del leasing operativo también es parte de esta nueva era, guiada por la sostenibilidad y electromovilidad.