Recientemente, el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT) anunció una ampliación del margen de los vehículos con motor a combustión, para que puedan convertirse a gas natural comprimido (GNC).

 

La decisión fue publicada en el diario oficial y extiende a 15 años de antigüedad el límite para que los automóviles se conviertan a GNC. En tanto, para la conversión a gas licuado de petróleo (GLP) se mantuvo el límite de siete años de antigüedad.

Esta decisión se vincula a pruebas técnicas que se realizaron en la Región de Magallanes con vehículos antiguos, validándose con el Ministerio de Transportes, desde donde se concluyó que las emisiones se mantenían constantes o incluso disminuyen en comparación con vehículos convencionales.

Contar con un automóvil a gas permite a los conductores ahorrar cerca de un 35% si se compara con gasolina, y el cambio puede realizarse en vehículos tanto comerciales como particulares livianos y medianos. Sin embargo, esto debe ser cauteloso y realizarse con empresas acreditadas por el Centro de Control y Certificación Vehicular (3CV).

Lo interesante de esta adaptación es que no solo permite ahorrar, sino que no se elimina la opción de utilizar gasolina, ya que ambos combustibles pueden alternarse según prefiera el conductor.

¿Y qué valor tiene hacer esta modificación y cuánto se demora? Dependiendo del tipo de vehículo, la conversión puede tardar entre uno y dos días, y costar entre $720.000 a 2 millones de pesos.

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