Descuidar el mantenimiento de tu vehículo, desde sus frenos hasta su motor, no solo puede contribuir a que este sufra algún desperfecto mecánico, poniendo en riesgo tu seguridad, sino que también puede incidir directamente en tu economía.

 ¿Por qué? Cualquier anomalía en el funcionamiento del automóvil repercute en el consumo de combustible debido al mayor esfuerzo que realiza el coche para funcionar.

¿Cómo evitar que esto suceda? Aquí te contamos elementos claves a revisar para evitar que el consumo de gasolina aumente y, por lo tanto, puedas ahorrar.

Batería: Una falla en la batería afectará la llegada de energía a las bujías, las que utilizarán mayor combustible para que el vehículo funcione.

Neumáticos: Una presión incorrecta supone un gasto de entre un 5% y 10% más de combustible. Por ello, es esencial que revises tus neumáticos periódicamente, en especial si te preparas para viajes largos.

Aceite: Este es el encargado de lubricar las piezas del motor, y si estas no logran la viscosidad correcta por un bajo nivel de aceite, el motor se ve obligado a realizar un mayor consumo de energía.

Bujías: Las bujías son las piezas encargadas de proporcionar la chispa para que se produzca la combustión. Si fallan o no están en buen estado, el consumo de bencina se eleva de manera importante, además de aumentar los gases contaminantes.

Ya lo sabes, para no gastar de más, preocúpate siempre de mantener tu automóvil en el mejor estado posible.

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